Esquina comunitaria-Editorial

Por Una Navidad Sin Maltrato Infantil
una fiesta para los niños. Muchos mayores, enMuchas de estas comunidades que, en su mayoría se establecen en el Sur de nuestra Capital, traen, establecen y “arraigan” todas estas costumbres subdesarrolladas, en la creencia de que con sólo ser sus hijos y de proporcionarles el mínimo de comida y vestido es suficiente.
La Navidad es ante todo
nuestro deseo de desestresarnos, de pasarla “chévere”, organizamos todo el fin de año sólo para nuestro bienestar, valga decir: parrandas,
reuniones en las tiendas con compañeros de trabajo, con los vecinos, amanecemos con el famoso “guayabo” y “la seguimos”, todo en un egoísmo o, en una ignorancia, o empoderamiento del “todo para mí” y dejamos un poco a un lado a los niños, a nuestros hijos.

Infortunadamente esto sucede con más frecuencia en los estratos más vulnerables, en localidades que son invadidas por personas de otras regiones de nuestro país, más que todo de donde no han sabido ni se han interesado ni un poquito por los derechos de los niños, ni llevado a la práctica el respeto por su disfrute total y a tener toda la atención en estas épocas tan especiales para ellos.


Entonces para estos personajes, padres de familia, que ignoran, o quieren ignorar a la fuerza todo lo anterior, es necesario y es nuestro deber  hacerles saber que: “Los derechos de los niños prevalecen  sobre los derechos de los demás”. Que además de ser sólo nuestros hijos, y darles lo necesario que nosotros creemos, también “Son derechos fundamentales de los niños: la vida, la integridad física, la salud y la seguridad social, la alimentación equilibrada, su nombre y nacionalidad, tener una familia y no ser separados de ella, el cuidado y amor, la  educación y la cultura, la recreación y la libre expresión de su opinión. Serán protegidos contra toda forma de abandono, violencia física o moral, secuestro, venta, abuso sexual, explotación laboral o económica y trabajos riesgosos. Gozarán también de los demás derechos consagrados en la Constitución, en las leyes y en los tratados internacionales ratifcados por Colombia. La familia, la sociedad y el Estado tienen la obligación de asistir y proteger al niño para garantizar su desarrollo armónico e integral y el ejercicio pleno de sus derechos.
Cualquier persona puede exigir de la autoridad competente su cumplimiento y la sanción de los infractores.
Los derechos de los niños prevalecen sobre los derechos de los demás”.

"Se entiende por protección integral su reconocimiento como sujetos de derechos, la garantia y cumplimiento de los mismos, la prevención de su amenaza o vulneración y la seguridad de su restablecimiento inmediato en desarrollo del principio del interés superior. La protección integral se materializa en el conjunto de políticas, planes, programas y acciones que se ejecuten en los ámbitos nacional, departamental, distrital y municipal con la correspondiente asignación de recursos financieros, físicos y humanos”.
Código de lo infancia 7 la
Adolescencia Art. 7. 2006.

Entonces, una vez conocidos parte de los derechos fundamentales de nuestros pequeños hijos, sólo nos queda el sugerirles que los pongamos en práctica, para que haya más amor y comprensión hacia ellos, que dediquemos todo el tiempo del mundo en esta época de Navidad para ellos, para que se fomente la armonía, la energía positiva, porque donde hay niños hay energía positiva, hay luz y esperanza, en busca de una mejor calidad de vida.

¡Para todos los niños de nuestras localidades del Sur, para todos sus padres, para todo el Distrito Capital y sus gobernantes, para toda Colombia: Una Feliz Navidad en Paz, armonía, Fe en el Niño Dios y mucho positivismo para el Año 2011, son los ardientes deseos del
Periódico Comunitario Reminiscencias de Bogotá y su Director.
Jairo A. Álvarez

Constitución Nacional,
Art. 44,1991.